jueves, 25 de octubre de 2012


El papel de la música en la educación

Seguro que más de una vez te has planteado: “¡Qué rollo estudiar música! Al final, ¿para qué me sirve a mí todo esto?” No creas que eres el único. Sin embargo, y aunque no pretendemos dar una respuesta a tan “trascendental” pregunta, aquí van unas cuantas pistas acerca del papel que la música ha desempeñado dentro de la educación desde tiempos muy remotos. En Grecia, en la Edad Media, en el Renacimiento, en el Barroco... la música siempre estuvo muy presente.
CRISTINA FERNANDEZ/ ISABEL DOMINGUEZ 
Y a para Pitágoras el estudio de la música se encontraba muy relacionado con el de las matemáticas y la astronomía. El estudio de estas tres disciplinas era un medio para conseguir la purificación del alma y el equilibrio psíquico.
No obstante, aún hay más ejemplos en Grecia. Para Platón, la música debía formar parte de la educación de todo ateniense libre, pues le aportaba fuerza moral, valentía, mesura.
Por ello una educación musical debía ser a la vez una educación ética. En la República propone la enseñanza de la música (para el alma) y de la gimnasia (para el cuerpo) como los pilares para forjar futuros guerreros y gobernantes. Aristóteles ya tenía una mentalidad más progre, pues para él la música tenía como fin el placer. Sostenía que el hombre libre sólo debía ser intérprete musical en su juventud. En su madurez tenía que dedicarse a escuchar música y a elaborar juicios.
El propio Boecio en la Edad Media retomó y dio forma a esta actitud pitagórica y platónica en su obra De Institutione Musica. En ella distingue tres tipos de música: la música mundana, no se oía. Regía todo el equilibrio cósmico, pues surgía del movimiento de los astros y se reducía a razones matemáticas. La música humana era la responsable de la armonía entre las distintas partes del cuerpo, así como de éste con el alma. En tercer lugar, la música instrumental, es decir, la música producida por instrumentos o la voz humana.
En la Edad Media la educación se agrupaba en siete grandes saberes divididos en el Trivium (gramática, retórica y dialéctica) y en el Quadrivium (aritmética, geometría, astronomía y música)
Teorías
“No hay mejor descanso ni medicina para las almas...”
C.F/ I.D
En el Renacimiento, Baltasar Catiglione escribió un manual de buenas costumbres llamado El Cortesano (1528). Fíjate lo que dice: \"...Habéis de saber que a mí no me parece buen cortesano el que no sea además músico y sea capaz de tocar algún instrumento, porque si lo pensamos bien, no hay mejor descanso para los trabajos ni medicina para las almas más honesta y elogiable que ésta...\"
Dentro del clima de agitación intelectual del Humanismo, la música se impone como uno de los logros más necesarios para el hombre cultivado. En el Barroco, Descartes en su Compendio de Música relaciona de nuevo la música con las matemáticas. Precisamente del siglo XVII arrancan algunas de las modernas teorías que consideran la importancia de la música en el desarrollo de la inteligencia, la sensibilidad y la habilidad motriz.
En España la enseñanza de la música formaba parte de la educación general hasta 1836, momento en que desapareció la música de la Universidad. De manera que volvió a ser una asignatura elitista que sólo se impartía en conservatorios y ámbitos privados. Ya en el siglo XX, la II República se preocupa mucho por realizar reformas en la educación, basándose en los principios pedagógicos de la Institución Libre de Enseñanza. Manuel Azaña parecía estar personalmente interesado en darle un papel relevante a la música dentro de esta renovación. La guerra civil truncaría todos estos propósitos.


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